domingo, 12 de abril de 2009

domingo

Hoy es domingo. Como cada cada día, Max viene a despertarme, bellísimo, con esa carita de sueño. Yo le digo "buenos díaaas, cariñoooo" con toda la música que llevo dentro, que no es mucha, todavía. El desayuno. ¡Qué extraño placer obtengo viendo como desayuna vorazmente! El macho alimentando a su cría. Yo, como de costumbre, no sé que tomar. ¿Un té? ¿Un yogur? Es más fácil cuando me tengo que ir al trabajo corriendo, sin tiempo. Seguramente el trabajo se inventó para eso, para no tener que pensar en otras cosas. ¿Qué vamos a hacer hoy? Um, el niño se tiene que divertir, tiene que jugar. A ver. ¿A la playa? Buena opción. Si pudiéramos ver a alguien, a otros niños,pero... no va a estar fácil. Además, empiezo a estar harto de que los matrimonios amigos intenten buscarme pareja. Ya me la busco, si quiero, yo, no seáis pesados. Cuando eres un impar, estás como...desencajado. Este hecho creo que le produce un mayor malestar a mis amigos -parejas- que a mí, las relaciones sociales parecen mejor estructuradas si vamos de dos en dos. No pienso caer en esa trampa. ¿La abuela Charo? No, hace poco que la ví, y, al final, siempre me acaba poniendo de los nervios. Qué difícil es llevarse con una madre: o le dices a todo que sí -que es lo que hago últimamente-, o discutes.Y claro, si discutes con tu madre, siempre pierdes, luego el asunto no tiene remedio. Después de pensar mucho, he decidido no pensar más. Sólo sentir. Voy a hacer lo que sea, donde sea y con quien sea, y la energía y la alegría, y la felicidad, y el amor, provendrá de dentro de mí, porque yo, mi amor, soy el dueño del mundo, de mi mundo, si quiero. Sólo me falta una cosa: Tú.

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